Reseña #01 Los ojos de Bruna de Inma Chacón
LOS OJOS DE BRUNA -Inma Chacón-


Introducción
Creo que no he podido encontrar un libro más apropiado para estrenar esta sección de reseñas que Los ojos de Bruna, la última novela de la escritora extremeña Inma Chacón.
Supongo que te estarás preguntando qué es lo que hace especial a mis ojos este libro. Pues es precisamente eso, los ojos, los de Bruna, porque resulta que la protagonista de esta historia es ciega y, cuando un lector ciego se encuentra con una historia donde la protagonista es ciega… quieras que no, se establece una cierta conexión.
Pero no nos adelantemos al tema. Antes de nada, creo que lo mejor será conocer un poco a su autora y la sinopsis de la obra.
Inma Chacón

Escritora, poeta y profesora española, nacida en Zafra, provincia de Badajoz, un 3 de junio del mismo año en que se publicaba El señor de los anillos, que Ernest Hemingway ganaba el nobel o Ana María Matute el premio Planeta (si tienes curiosidad vas y lo buscas). Es hermana gemela de la también escritora Dulce Chacón, fallecida en 2003.
Tras la muerte de su padre en 1966, la familia se trasladó a Madrid, donde Inma se licenció y doctoró en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido decana de la Facultad de Comunicación y Humanidades en la Universidad Europea y profesora de Documentación en la Universidad Rey Juan Carlos. Además, fundó y dirigió la revista digital Binaria y ha colaborado con diversos medios de comunicación como El País, El Mundo y El Periódico de Extremadura.
Su carrera literaria comenzó en 2005 con la novela La princesa india, escrita como homenaje a su hermana Dulce, quien le encargó la historia antes de fallecer. Desde entonces, ha publicado varias novelas, entre las que destacan Las filipinianas (2007), Tiempo de arena (2011), finalista del Premio Planeta, Mientras pueda pensarte (2013), Tierra sin hombres (2016) y Los silencios de Hugo (2021). También ha incursionado en la poesía con poemarios como Alas, Urdimbres, Antología de la herida y Arcanos, y en la dramaturgia con obras como La Baltasara y Las Cervantas.
Sinopsis
La Hacienda de la Cumbre está marcada por la tragedia. Años atrás, su propietario, el vizconde de Altaslomas, perdió a su mujer en un incendio que también arrebató la vista a su hija. Ahora, una noche de diciembre de 1870, un grito desgarrador procedente de la casa vuelve a acabar con la paz en Aldea del Risco.
La hermana del terrateniente ha encontrado a su sobrina de dieciocho años asesinada. Todo ha pasado muy rápido. Apenas la ha dejado sola cinco minutos para ir a rellenar de aceite el quinqué y, cuando ha vuelto, la ha encontrado en un charco de sangre, reclinada sobre la mesa, con un corte limpio en el cuello.
Todos callan y todos mienten. Pero algo parece estar claro, el padre de la víctima tenía una relación muy extraña con su hija y no colabora con la investigación. Los indicios apuntan hacia el entorno familiar. Sin embargo, la tía de la víctima, la única testigo de los hechos, recuerda que vio a dos hombres embozados saliendo del patio. ¿Conseguirá descubrir la Guardia Civil la verdad?
Mi opinión
«Una novela en la que los personajes dicen más con lo que callan que con lo que cuentan»

Antes de continuar leyendo, te aviso de que te puedes comer algún spoiler (aunque intentaré no destriparte mucho la historia), así que, si tienes intención de leer Los ojos de Bruna, mejor pasa directamente a la valoración y vuelve después a esta sección a ver si coincidimos. Y si no es así, déjanos en comentarios tu opinión.
Otra cosa a tener en cuenta es el título de la sección: mi opinión. Que quiere decir exactamente eso, que es mía y que no tiene por qué coincidir con la tuya. Sé que es una perogrullada, pero lo aclaro por eso de las susceptibilidades heridas.
Yendo a lo que nos ocupa, Los ojos de Bruna es un thriller que empieza de una manera desgarradora. Bruna, una joven que perdió la visión unos años atrás, en el incendio donde falleció su madre, es asesinada en extrañas circunstancias. Que si de por sí, el hecho de que asesinen a una joven ya da cierto repelús, si añadimos el agravante de que es ciega y que ha sido desvivida por decapitación, pues empiezas el libro con unas ganas locas de que el culpable lo pague entre terribles sufrimientos.
El crimen tiene lugar, como se menciona en la sinopsis, en la Hacienda de la Cumbre, donde Bruna vivía con su padre, Don Humberto Pacheco del Valle (el vizconde de Altaslomas), su tía Júlia, que ejercía el papel de madre desde la muerte de esta y el servicio encargado de atenderlos.
Nicolás Torrehermosa y Mateo Grajeño, una pareja de guardia civiles, serán los responsables de esclarecer los hechos a través de una meticulosa investigación, que nos servirá de excusa para conocer a los personajes, sus historias y las relaciones que se establecen ente ellos, tanto personales como sociales.
Situaciones que se irán desgranando a partir de los diferentes interrogatorios que harán los guardias civiles a los habitantes de la hacienda y de diferentes flashbacks que nos transportarán al pasado de los protagonistas. Se respira una densa tensión en cada párrafo que, por momentos, llega a ser asfixiante y donde los personajes valen más por lo que callan que por lo que cuentan,
A poco que avances en la lectura, lo primero que descubres es que detrás de la historia (por cierto, inspirada en un crimen real ocurrido en 1856, el crimen de la Pacheca), hay un increíble trabajo de documentación, que se refleja tanto en la ambientación como en el comportamiento de cada personaje según el rol que ocupaba en la sociedad. Y es que, aunque te he catalogado la novela como un thriller, tiene mucho de novela histórica, de costumbrista y, por supuesto de policíaca. Así que, especialmente si te gusta el siglo XIX, esta historia la vas a disfrutar.
Mención especial merece el tratamiento que Inma Chacón hace de la ceguera. Como experto en el tema (que a la fuerza ahorcan), te puedo asegurar que el comportamiento de Bruna, sus dudas, sus inseguridades, sus temores, pero también sus certezas, sus confianzas y su adaptación son cien por cien verosímiles y reales y cualquier persona ciega que lea la novela se puede identificar perfectamente en ella. Y como ejemplo te pongo esta frase que es un reflejo de lo que te digo:
«Les impiden crecer, en lugar de animarlos a utilizar los otros sentidos mejor que nadie»
Porque eso es precisamente lo que tenemos que hacer las personas que hemos perdido la vista. Y es que, en contra de lo que se suele pensar, el resto de sentidos no se te desarrollan de una manera excepcional (si es así a mi me han tangado mis supersentidos), lo que realmente sucede es lo que cuenta Inma, que aprendemos a utilizarlos mejor que nadie.
Así que, no puedo hacer otra cosa que FELICITAR a Inma Chacón por su sensibilidad y esfuerzo a la hora de afrontar el tema. Además, que el hecho de que el personaje de Bruna sea ciego (a diferencia de la historia real en la que se basa) también está muy relacionado con esa sensibilidad de la que te hablaba. Si quieres saberlo escucha la entrevista que hicimos en Temps de Llibres clicando aquí.
Lo que más me gustó

La gran ambientación tanto del entorno físico como del contexto histórico que envuelve la novela. Realmente llegas a sentirte viviendo en pleno siglo XIX.

Por supuesto, el tratamiento veraz y verosímil de la ceguera y del comportamiento de Bruna.

Las relaciones sociales. Esa servidumbre, casi vasallaje, que se establece entre el dueño de la hacienda (que hace y deshace a su antojo) y todos los que está allí para servirlo sin objeciones. Y cómo muestra como estas relaciones se perpetúan con el tiempo y que, por ejemplo, al hijo del cochero no le quedará otra opción que ser también cochero.
Lo que menos me gustó

Pues que, para una vez que una persona ciega es la protagonista de una novela, acabe asesinada en las primeras líneas de la historia. Aunque no por ello pierde importancia en la narración y mantiene su protagonismo hasta el final.

Que no es una novela de lectura fácil. Me explico: el lenguaje es accesible, nada recargado, y la historia está perfectamente estructurada, pero requiere la total atención del lector en todo momento. Y eso, para los que tenemos la tendencia a abstraernos en algunos momentos de la lectura (llámalo TDAH, llámalo tendencia al despiste), nos dificulta mantenernos dentro del hilo de la trama.
Valoración
Cómo esto de valorar las cosas con estrellitas está ya muy trillado, nosotros hemos preferido valorarlo con medallas de Alfred Nobel, que es la condecoración que te otorgan (a parte de la monetaria, claro) cuando ganas uno de estos premios, que, como bien sabes, es la máxima distinción que te pueden hacer en algunas de las disciplinas, entre las que se encuentra la literatura.
El funcionamiento es básicamente el mismo: la puntuación va de 0 a 5 medallas (o Nobels, como aquí los llamaremos) y marcan el abanico entre una novela que es una 💩 y un libro digno del Premio Nobel.
Aclarado esto, mi valoración para Los ojos de Bruna es:


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